Vivimos en un sistema que nos  exige pagar para “pertenecer”

Por Raúl Mendoza Cánepa – El Montonero

TU DINERO Y TU LIBERTAD

El dinero suele ser maltratado por la religión, pero sin él no hay libertad. En términos tales el dinero es bueno porque reporta la satisfacción de los deseos, que son ilimitados; al menos de una buena parte de ellos. Paradójicamente, el dinero es malo porque entraña todo lo que hacemos desde niños. Nos educan para “ser alguien” porque ser alguien reporta ganancias y, a decir verdad, para el común cada vez es más difícil reportarlas.

Muchas décadas atrás no se tenía que reunir todos los cartones, postítulos y diplomados para entrar en el mundo productivo. Hoy hay más rigor, pero el “amontonamiento” de diplomas no hace a la persona más hábil, pues la habilidad es una capacidad natural que no se adquiere por una balanza de grados. No se trata de cuánto has invertido en tu educación, sino de lo que eres capaz de hacer en el campo de batalla por dotación propia.

Sin embargo, vivimos en una sociedad estresada que mide el potencial de ingreso por el peso académico y no por el talento. Una academia que enseñe a componer canciones, una facultad o un doctorado en Londres (valga la ficción) no crearía un Augusto Polo Campos (policía y compositor que se jactaba de no haber leído nada), quizás el academicismo destruiría su arte, su inspiración, su imaginación y su genio. Sin embargo, vivimos perpetuamente evaluados desde la primaria hasta el postítulo y en cada examen al que nos somete la vida, porque de lo que se trata siempre es de ser aprobados por alguien. 

El fin último de vivir evaluados desde niños hasta mayores es lograr que los deseos se tornen en un logro real, y casi siempre es real cuando hay dinero. Vivimos en un sistema que nos exige pagar para “pertenecer”. No es lo mismo entrar a un centro comercial con una gran cantidad de disponible que hacerlo con un par de billetes de baja denominación. Quién elige más.

¿Cómo entender la libertad material sin el dinero y cómo ser libres en un mundo que exige formalmente cada vez más para ganarlo? Mientras más empapelados académicamente más posibilidades hay de lograr un ingreso. Mientras más nos ubiquemos en un rango de edad (25-35) más baratos y más rentables seremos y a más rentables para la empresa, más ingresos por trabajo y mayor libertad de elegir. La categorización brutal es lo que hace la diferencia entre quienes terminan aguardando una cita para morir en un hospital y quienes pueden pagar y elegir entre una gama de clínicas privadas para sobrevivir: el derecho a la vida y la capacidad adquisitiva.

El dinero asegura la futura libertad de quien nace en una familia que puede proveérselo desde temprano, y hasta tiene la libertad de seguir su vocación. Incluso, tenerlo o no es lo que diferencia nuestra concepción de lo humano. El dinero es la raíz de todos los males, se dice en el cristianismo. Quien observe bien, la percepción para un mendigo sobre la maldad de la gente, no es la misma que la que tiene un hombre satisfecho. Usted transita, el rogante mide su indiferencia. Para él, un pan o la medicina para un hijo enfermo tienen también un valor mayor que para usted. El servicio militar es autoritario, pero bien vendría a muchos un servicio civil anual de pobreza.

Sin una ética de la fraternidad, sin empatía, no hay república ni ciudadanía; así, la sociedad republicana liberal que pretendemos serviría solo a quien puede pagar por ella.

Dejanos un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked with *.