Primero la salud
Por: Carlos Meneses
“El sur del país y particularmente la vecina región de Puno está rezagada en la campaña de vacunación. Por eso la demanda es dirigida a todos, para que autoridades y los que no lo son no alienten una forma de celebrar los festejos próximos de la ciudad provocando más dolor y enfermedad”.
Parece mentira que ante las revelaciones diarias que hace la Gerencia Regional de Salud y el comité COVID, rearmado bajo la presidencia de Christian Nova, persista la desobediencia de la mayoría de la población civil que no acude a vacunarse y desacata los cuidados indispensables para evitar que vía aglomeraciones se intensifique el número de infectados de la cuarta ola.
Aquí no hay discusión sobre qué es primero y cuál es la situación que tienen quienes persisten en reconocer realidades, en desafiar lo que está ocurriendo. Afortunadamente, estamos cerca de alcanzar la deseada meta de la inmunidad de rebaño, pero hay padres de familia desinteresados en conseguir la vacunación de sus hijos y protegerlos del coronavirus llevándolos a vacunarse.
Es comprensible que las autoridades de Educación y de Salud adopten medidas para proteger a los niños que acuden a clases presenciales de contagiarse. Entretanto, debe la Policía Nacional y la Prefectura en particular ser severos en velar por la salud colectiva y detener los excesos que se observan en fiestas, reuniones o desfiles, reforzando las recomendaciones referidas al uso de la mascarilla en locales cerrados o a evitar la congregación excesiva de personas porque son fuente de propagación del virus.
Tenemos todo para salvar la vida, vacunas en número suficiente, horarios adecuados y oportunidades mil para evitar los contagios. Depende ahora de los ciudadanos, hombres y mujeres, sobre todo aquellos que están más expuestos para que no continúe un desafío absurdo contra la salud.