Amarres en la Policía
Por: Carlos Meneses
Un cambio en la Policía es urgente, pues hay indicios de que al interior de ella se están realizando maniobras para perjudicar a inocentes.
Por lo menos hay evidencias de una intervención policial que fue ejecutada por órdenes de la propia jefatura de la Policía Nacional del Perú (PNP), fueron 12 los detenidos que terminaron encarcelados y que ahora resultan incriminados sin haber participado en un acto delincuencial, sino en algo cuidadosamente calculado para presentar como eficientes a los miembros del Grupo Terna.
A los sujetos detenidos se les encontró una granada de guerra, armas y los orígenes no han sido precisados. La acusación que debe ser objeto de una investigación con sus respectivas conclusiones evidencia que dentro de la Policía están ocurriendo hechos increíbles. No se trataba de un operativo antidelincuencial sino de “soplarle la pelota a quien no la tenía en los pies sino en la cabeza”, con un fin malsano que era el de hacerlos aparecer como responsables de un delito cuando no lo son.
Todos están detenidos y han empezado a cantar verdades, demostrando que les dieron las armas y después se sometieron a la tortura de confesarse autores de lo que no habían hecho. Esto supone una exigencia ciudadana para determinar cuánto hay de verdad y de mentira en la acción represiva de la Policía contra quienes son realmente delincuentes o se prestan a esas manipulaciones.
Por eso nos preguntamos cuándo se va a cambiar al titular de la cartera de Interior, pues él 80% de peruanos está pidiendo un cambio en ese sector para aliviar la presión que sufren quienes pagan cupos o están condicionados por reales delincuentes que atentan contra vehículos, bodegas y barberías.