Apre(he)nder sobre el cuidado del ambiente

Roy F. Cárdenas Velarde
REFLEXIONES
Siempre comento a mis estudiantes que uno cuida y protege lo que conoce. La noción de alguna institución o bien jurídico determina el punto de partida para lo que se pretende proteger, y ello no es ajeno al tema ambiental.
Con base en su noción del ambiente, el Estado despliega acciones a fin de conservarlo y prevenir cualquier actividad que ponga en riesgo su integridad, para así garantizar el goce pleno y efectivo de nuestro derecho a un ambiente equilibrado y adecuado.
En lo que respecta a la ciudadanía, a la que también le alcanza el deber de proteger y conservar el ambiente, le resulta importante conocer todo lo que conlleva el entorno que lo rodea, y no me refiero solo al entorno natural, sino también a aquel creado por el hombre que también es protegido por el Estado.
Tan así es de importante dicho conocer, que cada 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, cuya fecha tuvo su origen en el Seminario Internacional de Educación Ambiental, realizado en 1975 en Belgrado, Serbia, que contó con la participación de más de 70 países.
¿Qué debemos entender por educación ambiental? La Ley N° 28611, Ley General del Ambiente, lo define como un proceso educativo integral, que se da en toda la vida del individuo y que busca generar en este los conocimientos, las actitudes, los valores y las prácticas, necesarios para desarrollar sus actividades en forma ambientalmente adecuada, con miras a contribuir al desarrollo sostenible del país.
Durante mi infancia tuve contacto con plantas, sus frutos y animales, y por eso entiendo la importancia que representan hoy en día los zoológicos, espacios donde los niños, niñas y adolescentes pueden entrar en contacto y conocer sobre determinados animales, algunos de estos en peligro de extinción. Aunque parezca exagerado, resulta increíble saber que hay niños, niñas y adolescentes que desconocen la procedencia de algunos frutos o de ciertos animales.
Si bien la docencia universitaria me ha permitido sembrar en los jóvenes la importancia del cuidado del ambiente, como bien se señala en la Ley N° 28611, este en un proceso que se da en toda la vida del individuo, por lo que se requiere de un trabajo coordinado entre el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Educación, para que nuestros niños, niñas y adolescentes apre(he)ndan sobre el cuidado del ambiente.
Con vista a la crisis ambiental que hoy vivimos, se requiere de una intervención temprana por parte del Estado, y me refiero a nuestros futuros agentes de cambios, niños, niñas y adolescentes. Además, como bien dice el dicho –y que aplica perfectamente en esta fecha– es más fácil sembrar en primavera que en otoño.