TALLER: Bioy Casares

Para mí un cuento es un relato en el cual lo más importante es la historia, pero hay muchos grandes cuentos (como algunos de Maupassant) que son solamente el retrato de una persona (…)

Si se escribe un cuento hay que descubrir las reglas que requiere ese cuento en particular. Reglas para todos los cuentos no hay, salvo las reglas del buen tino (…)

Lo que hago cuando escribo un cuento no es descubrir cómo es la realidad, sino cómo es ese cuento. Tengo una historia en la cabeza y pienso que debe ser contada de tal o cual manera. Al escribir veo que las soluciones que había pensado no son soluciones, que debo buscar por otro lado hasta descubrir cómo es realmente ese cuento (…)

La novela goza de mayor espacio, mayor extensión y, en consecuencia, se puede crear personajes más reales. En el cuento, en cambio, se parte de una idea argumental y los personajes sirven solo como vehículos. (…)

En el género fantástico distinguimos tres corrientes principales: la de castillos, vampiros y cadáveres, que procura el terror, pero se conforma por lo general con la fealdad; la de utopías, ilustre por el repertorio de sus autores, que se confunde con la precedente cuando recurre a la utilería del miedo, y la que se manifiesta en construcciones lógicas, prodigiosas o imposibles, que suelen ser aventuras de la imaginación filosófica. Hay un grado y probablemente alguna utilidad en establecer clasificaciones; la realidad, por fortuna, siempre las desborda.

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