Contraloría detecta irregularidades en contrato de mantenimiento del Tuturutu

Por Jorge Turpo R.
Obras costaron al municipio 155 mil soles. El órgano de control emitió un informe donde advierte la presunta presentación de documentación falsa de parte del postor que ganó el contrato.
SE INVIRTIÓ 155 MIL SOLES
La emblemática fuente del Tuturutu de la Plaza de Armas vuelve a estar en el centro del debate ciudadano. Esta vez, no por su valor patrimonial o su deterioro, sino por las sombras que han caído sobre el proceso de contratación para su mantenimiento correctivo.
Un informe de la Contraloría General de la República ha revelado que la empresa ganadora de la buena pro en la Adjudicación Simplificada N° 025-2024-MPA habría incurrido en la presentación de información inexacta para adjudicarse el contrato por S/ 155 mil.
El informe concluye que la propuesta técnica presentada por el postor, Renzo Gonzalo Chara Medina, incluyó documentación que no se ajustaba a la verdad.
En concreto, se identificó que la experiencia del personal clave —requisito esencial en el proceso de selección— habría sido acreditada con un certificado de trabajo cuya veracidad no pudo ser confirmada.
El 20 de junio de 2024, la Municipalidad Provincial de Arequipa otorgó la buena pro a Chara Medina, y el 3 de julio se firmó el contrato. Como parte de su propuesta, el postor presentó a la arquitecta, Andrea del Carmen Valdivia Cisneros, como responsable técnica del mantenimiento.
Para sustentar su experiencia, incluyó un certificado de trabajo de la empresa Arcen Contratistas Generales SAC, que supuestamente acreditaba su labor como residente de obra en un proyecto de remodelación de piletas ornamentales en Characato, entre marzo y noviembre de 2023.
Sin embargo, en una declaración firmada y dirigida a la Contraloría, la misma arquitecta negó haber trabajado en dicho proyecto, o siquiera haber estado vinculada laboralmente con Arcen Contratistas Generales SAC. Además, el gerente de Desarrollo Urbano y Rural de la Municipalidad Distrital de Characato confirmó que no existía registro alguno de tal servicio en el Sistema Integrado de Gestión Administrativa (SIGA), lo que desacredita aún más la validez del documento presentado.
PRINCIPIO DE INTEGRIDAD VULNERADO
El informe señala que, aunque la entidad municipal solicitó a la empresa Arcen confirmar la autenticidad del certificado, nunca recibió respuesta.
Este silencio, sin embargo, no exonera a la municipalidad de su obligación legal. Según el artículo 64 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado, tras el consentimiento de la buena pro, la entidad debe verificar la veracidad de toda la documentación presentada por el postor.
Esta verificación no solo es un acto administrativo, sino una barrera crucial para evitar fraudes y garantizar el principio de integridad en las contrataciones públicas.
“La conducta de los partícipes en cualquier etapa del proceso de contratación está guiada por la honestidad y veracidad”, indica el artículo 2 de la Ley 30225.
La Contraloría considera que esta disposición fue vulnerada, lo que habría otorgado una ventaja indebida al postor que presentó información inexacta, en perjuicio del principio de competencia leal.
ACCIONES
Como consecuencia del hallazgo, la Contraloría ha solicitado al titular de la Municipalidad Provincial de Arequipa que adopte las acciones necesarias para corregir esta situación.
Esto incluye, de ser el caso, iniciar el deslinde de responsabilidades administrativas, civiles o penales. Asimismo, se recomienda la remisión del caso al Tribunal de Contrataciones del Estado y al Ministerio Público, como lo estipula el reglamento ante la comprobación de falsedad documental.
Este episodio pone en evidencia las debilidades de control en las contrataciones estatales y el riesgo de que proyectos importantes caigan en manos de postores que no cumplen con los requisitos técnicos mínimos.
Si bien la acción de la Contraloría ha permitido destapar esta posible irregularidad, el reto ahora está en garantizar que las acciones correctivas no solo sancionen a los responsables, sino que también fortalezcan los mecanismos de prevención.

En una ciudad que celebra su identidad patrimonial, la historia del Tuturutu merece más que promesas de restauración. Merece procesos transparentes, técnicos competentes y autoridades comprometidas con el interés público. Porque cuando la fuente se contamina desde el origen, lo que se pone en riesgo no es solo una obra de piedra, sino la confianza de toda una comunidad.