Francisco: Disolución del Sodalicio y su atención a las víctimas

Papa Francisco disolvió el Sodalicio.

El último acto del papa Francisco contra los abusos en la Iglesia Católica peruana ocurrió semanas antes de su muerte, cuando ordenó la disolución del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) y “todo lo que fundó” Luis Fernando Figari.

A fines de septiembre de 2024, el pontífice afirmó desde Bélgica que los casos de pederastia son “la vergüenza y la humillación” de la institución, por lo cual debe “pedir perdón” y comprometerse a evitar que se repitan. “La Iglesia debe buscar cómo resolver esta situación con humildad cristiana”, dijo en esa visita, ya estando convaleciente.

La disolución del Sodalicio fue un golpe definitivo contra una de las órdenes religiosas más influyentes en el país, la cual estuvo envuelta en múltiples escándalos de abusos que se hicieron públicos tras la publicación del libro ’Mitad monjes, mitad soldados’, escrito por los periodistas Paola Ugaz y Pedro Salinas.

El caso fue investigado por el Vaticano, y en julio de 2023, luego de que las denuncias fueran desestimadas por la propia Conferencia Episcopal Peruana, Francisco envió a Perú a los investigadores especiales, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el sacerdote español Jordi Bertomeu, ambos expertos en delitos de abuso.

Fue el primer paso de una serie de decisiones que llevaron a la supresión del grupo apostólico. Poco después, la Santa Sede expulsó a Figari debido a las investigaciones que lo señalan como culpable de abusos. Además, hasta 15 miembros de la organización fueron echados por abusos sexuales, algunos contra menores.

Luis Fernando Figari, nacido en Lima en 1947, enfrenta acusaciones de abusos físicos, psicológicos y sexuales cometidos por miembros de la misma organización, además de investigaciones fiscales y periodísticas que documentan su conducta.

Ugaz lo ha descrito como “un producto peruano de abuso e impunidad”, cuyo poder le permitió perpetrar “actos de maldad” que aún permanecen impunes. Para la periodista, Figari no era un “lobo solitario” ni un simple “monstruo”, sino un líder capaz de manipular y someter a sus seguidores bajo la fachada de un carisma que ocultaba sus abusos.

“Figari solo será juzgado en Perú si una fiscalía se atreve a investigar de oficio, o si la Fiscalía que había pedido su detención preventiva en el 2017 vuelve a pedir su procesamiento. Hasta ahora, no le ha pasado absolutamente nada en la justicia peruana, y la decisión del Vaticano solo confirma que la solución tenía que venir de fuera del país, porque dentro el Sodalicio es todavía un movimiento muy poderoso”, señaló la periodista.

El SVC reconoció en un informe la atención a al menos 83 víctimas desde 2016, tanto menores como adultos. A través de dicho informe, se detallan 15 casos de abuso sexual a menores, 18 a adultos, y 50 casos de otros abusos como físicos, psicológicos y de autoridad.

Deja un comentario