A esperar el cónclave

Por: Carlos Meneses
El cónclave debe durar alrededor de una semana con sesiones diarias en la mañana y por la tarde.
Ciento treinta y un cardenales se pusieron de acuerdo para iniciar el 7 de mayo el cónclave y elegir al nuevo papa, tendrán -a partir de ese día y hasta concluir la cita- votaciones en horas de la mañana y tarde hasta que salga humo blanco de la chimenea que informará a los fieles que ya tenemos un nuevo pontífice.
Ellos permanecerán encerrados sin ninguna comunicación con el exterior que podría influenciar en su decisión, sin teléfonos celulares y con una alimentación especial por tratarse de personas de mayor edad.
Nadie podrá entrar al lugar donde estarán los cardenales, mientras dure el cónclave solo se permitirá el ingreso de médicos en caso que fuera necesario o finalmente alejarlos del encierro para internarlos en hospital Gemelli donde se atendió el papa en su corta enfermedad.
Los cardenales solo saldrán cuando el papa esté electo y el humo blanco aparezca por una chimenea como en otras ocasiones y, si no hay acuerdo, saldrá humo negro.
Al interior del cónclave podrá realizarse conversaciones sobre los candidatos con mayor opción hasta alcanzar un número que represente a los dos tercios del total de asistentes. En ese momento habrá humo blanco y afuera un cardenal avisará al pueblo católico en latín que “Habemus papa” (Ya tenemos nuevo líder de la Iglesia).
Generalmente el cónclave llega a durar de cuatro a seis días y solo excepcionalmente mayor tiempo.