Cotahuasinos sin hospital deben viajar a Aplao o Arequipa para ser atendidos

Por: Daniela Santander Revilla

Cotahuasinos sin hospital deben viajar a Aplao o Arequipa para ser atendidos. Instalaciones en Cotahuasi se encuentran cerradas y con deficiencias

Cientos de familias en la provincia de La Unión y distritos aledaños continúan sin acceso adecuado a servicios de salud debido a la inoperatividad del hospital de Cotahuasi, cuya obra debió iniciarse en 2016, pero hasta la fecha no ha sido concluida. Casi nueve años después, el establecimiento permanece cerrado. «Las instalaciones se vuelven cada vez más deprimentes, el tiempo y el mismo clima de la provincia han contribuido a su deterioro» lamentó el Dr. Angelo Chuctaya Huarca, presidente del cuerpo médico de la red Castilla, Condesuyos y La Unión.

La situación ha obligado a que los pacientes ,incluso en emergencias, deban trasladarse directamente a Aplao o a la ciudad de Arequipa, recorriendo largas distancias y arriesgando su salud. En algunos casos, las personas optan por no tratarse por la dificultad del viaje y la saturación de hospitales en la capital regional. Esta situación se vuelve aún más crítica para adultos mayores, gestantes o niños, quienes requieren atenciones constantes. La falta de alternativas locales solo profundiza la desesperación y el abandono que sienten los habitantes de Cotahuasi y sus alrededores.

Frente a este colapso, el hospital de Aplao, principal centro de atención de la red Castilla, Condesuyos y La Unión, también se encuentra en una situación limitada, ya que sólo atiende urgencias y emergencias, y no realiza operaciones quirúrgicas por falta de equipos. Por ello, los médicos han solicitado que los equipos aún rescatables del hospital de Cotahuasi sean redistribuidos a centros de salud que sí estén operativos, especialmente al hospital de Aplao.

La precariedad del sistema de salud en esta zona deja en total vulnerabilidad a las comunidades altoandinas, que no solo enfrentan el olvido del Estado, sino también las consecuencias directas en su salud y calidad de vida. Enfermedades que podrían tratarse con atención básica terminan agravándose, mientras las familias deben elegir entre exponerse a un largo viaje o resignarse a no atenderse. Esta realidad refleja una profunda brecha entre las zonas rurales y urbanas en el acceso a un derecho fundamental, la salud.

Deja un comentario