Mariano Melgar no tiene cámaras de seguridad revela la Contraloría

Por Jorge Turpo R.

Advierten que el personal de Serenazgo está desprotegido.

SERENAZGO SIN OJOS NI ESCUDO

El órgano de control halló graves deficiencias en el servicio de seguridad ciudadana de la gestión del alcalde, Óscar Ayala. No hay videovigilancia, falta planificación operativa y los serenos no tienen equipos de protección.

En pleno 2025, el distrito de Mariano Melgar carece de un sistema de videovigilancia funcional. Ni cámaras, ni centro de monitoreo, ni siquiera una red de radiocomunicación.

Lo que debería ser un sistema articulado de respuesta ante delitos, hoy depende de teléfonos celulares personales y un aplicativo móvil que registra ocurrencias sin garantías de seguimiento. Así lo revela un reciente informe de la Contraloría General de la República.

Cuando los auditores hicieron la visita lo primero que hallaron fue alarmante: ni una sola cámara de videovigilancia está operativa. Aunque existen diez cámaras instaladas, todas están malogradas desde 2015.

También se encontraron tres monitores inservibles, desinstalados por falta de espacio y abandonados en las oficinas de Serenazgo.

El distrito —con más de 50 mil habitantes— vigila sus calles a ciegas, mientras un proyecto para instalar 104 nuevas cámaras permanece suspendido, sin fecha de reactivación.

Esta situación no solo debilita la capacidad de respuesta inmediata frente a emergencias o delitos. También impide la integración con la Comisaría del sector, la central de emergencias 105 de la Policía Nacional del Perú o el sistema 116 de los bomberos.

La normativa nacional obliga a los gobiernos locales a implementar sistemas de videovigilancia interconectados, pero en Mariano Melgar esta obligación ha sido incumplida por más de una década.

SIN PLAN OPERATIVO

A la carencia de equipos se suma la falta de planificación. La municipalidad no cuenta con un plan específico del servicio de serenazgo para 2025, documento clave que permitiría coordinar acciones conjuntas con distritos vecinos ante problemáticas comunes.

El Reglamento de la Ley del Servicio de Serenazgo establece que este tipo de planes deben elaborarse en base a estudios sobre la dinámica delictiva local y deben fomentar operativos distritales compartidos.

Sin embargo, hasta la fecha, la Gerencia de Seguridad Ciudadana no ha generado ninguna estrategia formal en ese sentido.

Esto implica un aislamiento operativo. Ante hechos delictivos en zonas limítrofes —como ocurre con frecuencia en zonas urbanas densamente pobladas— el serenazgo de Mariano Melgar no tiene protocolos articulados con sus pares de Paucarpata o Miraflores. Cada quien patrulla lo suyo, como si la delincuencia respetara líneas imaginarias.

SERENOS DESPROTEGIDOS

Más preocupante aún es el abandono del personal. Según el informe de control, los serenos trabajan sin chalecos antibalas y sin equipamiento de protección básico como cascos o rodilleras.

El gerente del área confirmó que los diez chalecos existentes están en mal estado e inutilizables. En cuanto a los demás implementos, como se evidenció en las actas de entrega de uniformes de noviembre de 2024, estos simplemente no han sido distribuidos.

La ley es clara al respecto. El personal de serenazgo debe contar con medios de defensa y protección adecuados para desarrollar sus funciones con seguridad. Sin embargo, en la práctica, los serenos del distrito patrullan desprotegidos, expuestos a riesgos innecesarios.

A diario enfrentan robos, peleas callejeras y emergencias sin más protección que su uniforme y su celular.

Las tres situaciones detectadas por la Contraloría —ausencia de videovigilancia, falta de planificación operativa y carencia de equipos de protección— afectan directamente la capacidad del distrito para prevenir delitos, responder ante emergencias y garantizar la integridad de su personal.

Se trata de problemas estructurales que no pueden seguir postergándose bajo promesas de proyectos suspendidos.

La Municipalidad Distrital de Mariano Melgar ha recibido el informe oficial con estas observaciones y se espera la respuesta oficial al órgano de control.

La responsabilidad recae ahora sobre el alcalde, Óscar Ayala Arenas, quien deberá decidir si corrige estas omisiones con la urgencia del caso o permite que el distrito siga desprotegido.

La seguridad ciudadana no se improvisa. Y menos aún se deja al azar de una llamada perdida o una aplicación móvil sin respaldo. Sin ojos para vigilar ni escudos para proteger, el serenazgo de Mariano Melgar es hoy solo una presencia simbólica: visible, pero ineficaz.

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