El problema de Medio Oriente

Por: Carlos Meneses

La guerra del Oriente tiene que parar y el único que puede detenerla es el presidente Trump y el sometimiento de Israel al interés mundial.

Con el consentimiento y el conocimiento de las diferencias entre árabes y judíos en el Medio Oriente hemos llegado a una crisis que amenaza la estabilidad y la paz de las naciones árabes e Israel.

La crisis ha llegado a tal nivel que peligra la política internacional y que podría derivar en un conflicto de proporciones cercanas a las atómicas. Un ataque de Israel contra Irán no es un juego, pues en el Oriente Medio, Irán tiene armas que pueden considerarse peligrosas a la paz del mundo y que obligarán a una intervención intercontinental para detener los riesgos de una guerra atómica.

La determinación judía de atacar los domicilios de los comandos institucionales de Irán ha puesto a esta parte del mundo en una crisis, lo peor de todo es que los Estados Unidos y concretamente el presidente Trump estaban enterados de lo que se iba hacer y de las consecuencias, pero aún así el ministro que gobierna Israel se comprometió en aventura de enviar drones y misiles sobre Teherán y no solo en las viviendas de los comandante generales  sino también sobre refugios y cámaras subterráneas donde haya armamento atómico. Es un exceso que debe terminar, ya no es una crisis humanitaria, es forzar una guerra que no fácilmente acabará y la preocupación de todos está puesta en este tema.

Tenemos razón en la preocupación universal y en la necesidad de ponerle término a la brevedad posible a excesos israelitas que responden con todo su poderío a las acciones árabes y en cualquier momento la violencia llegará a extremos.  

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