Después de Dios, solo los niños de CIRCA

Por Carlos Meneses Cornejo

El padre Carlos S. Pozzo educó a 100 mil niños y se volvió arequipeño. Hizo 6 mil casas, 8 albergues y 12 capillas entre 1952 y el presente.

ESPECIALES DE AREQUIPA: LOS AREQUIPEÑOS QUE YO CONOCÍ

Padre Carlos S. Pozzo (foto exclusiva).

En 1950, el padre Pozzo se presentó en la iglesia de La Compañía para pedir que le permitan ser miembro de la orden, había llegado del Callao donde, con sus hermanos, pretendió establecerse en el Perú, pero le fue mal en negocios y prefirió venirse a Arequipa. Aquí cambió de apellido, pues originalmente tenía un apellido italiano de difícil pronunciación como era Spallarossa, Pozzo prefirió quedarse con el apellido de su madre y mantuvo el Carlos como primer nombre.

Los jesuitas lo recibieron y lo invitaron a dictar clases nocturnas en el colegio San José para los trabajadores diurnos que pudieran establecerse en el Parque Industrial y darles clases de cultura general. Es necesario agregar que Pozzo tenía una singular vocación no solo por la religión sino también por esta su segunda patria.

Estuvo ausente del primer terremoto en 1968 y colaboró en un programa de vivienda mediante un sistema que permitió construir 6 mil casas que se hacían en grupo cerrado, el proyecto se desarrolló en Ciudad Mi Trabajo y en otros barrios populares. Cuando hubo una crisis alimenticia durante el gobierno de Alberto Fujimori, en la Urb. Manco Cápac, la organización CIRCA, que el fundó creó una gran cocina para abastecer 6 mil raciones, alimentar a niños y adultos pobres durante más de un año.

Después concentró sus esfuerzos en la edificación de colegios de los que hizo hasta ahora en toda la provincia capital y distritos, y una gran casa central conocida como la casa de CIRCA donde construyó una capilla entre doce que hizo en total, casas de retiro y construyó una capilla para la Virgen de las Maravillas y un templo en el local de CIRCA.

Hay que precisar que nunca volvió a su país de origen, Italia, pues se sentía aquí cómodo y necesario, no permitía que le tomen fotos, rechazando todo honor que se le quiso conceder como gratitud por su tarea.

La última reunión con monjas.

Después con el apoyo de quien esto escribe consiguió que en el gobierno del entonces presidente Fernando Belaúnde Terry, por convenio con el Estado, se comenzara a pagar a cerca de mil profesores que enseñaban en el colegio de Circa con dinero del Estado régimen que hasta ahora existe y que garantizó haberes de los maestros.

En ese tiempo los periodistas del diario Arequipa al Día quisieron designar una mujer como la mujer del año 1991, pero la elegida por los redactores fue rechazada por el padre Pozzo alegando que CIRCA no tiene rostro determinado, sino que tiene la faz de todos los pobres. Ante esa decisión los redactores desistieron del empeño y el periódico no tuvo en ese año ni varón ni mujer del año.

También fui testigo de excepción de cuando el padre Pozzo llegó cargando sobre uno de sus hombros una cruz de metal de dos metros y medio de largo para regalarla al SUTEP que quedaba a una distancia de 100 metros de la casa CIRCA, donde fue recibida por el secretario general Horacio Zeballos Gámez, que la entronizó en el pequeño patio del local sindical.

La Virgen de las Maravillas.

Entre Horacio Zeballos y el padre Pozzo hubo una amistad real. Él le llamaba padrecito al sacerdote y lograron acuerdo para que en el Día del Maestro hubiera una sola misa para sutepistas y católicos.

Cualquier diferencia que hubiera entre las facciones divididas del magisterio quedaba en la decisión de las dos autoridades máximas, una de la Iglesia y de la otra del magisterio. El 28 de este mes habrá un gran desfile en la avenida principal del distrito de Alto Selva Alegre (ASA) en que CIRCA recordará su fiesta jubilar.

El padre Pozzo dejó el tradicional hábito negro de los jesuitas para vestir un mandil de color caqui, botas para caminar por sitios difíciles y una camisa negra, negándose a aceptar discriminación religiosa entre sus asistidos. También condujo 8 albergues para pequeños abandonados y dos centros médicos.

Recibió elogios de diferentes mandatarios como Alberto Fujimori Fujimori, Fernando Belaúnde Terry, Juan Velasco Alvarado, pero rehuyó condecoraciones, excepto una que consiguió para su obra del arequipeño y presidente del Congreso, Ramírez del Villar de un millón de soles para convertir en propio un local que se constituyó en el cuartel general de CIRCA.          

La obra recibió apoyo del extranjero sobre todo en alimentos y nunca debió un centavo a nadie para hacer obra benéfica, en contraste si recibió el apoyo de ricos y pobres que siempre nos sentiremos orgullosos de su trabajo y de su entrega.

El padre Pozzo nació un Jueves Santo, el 28 de marzo de 1918 y murió el 25 de mayo de 2008, el día en que se recuerda la Fiesta de Corpus Cristi en la que Arequipa celebra también la fiesta de la Virgen María de Chapi. Su canción preferida era la del español Nino Bravo llamada “Libre”.

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