Caída de nieve acompañó peregrinación de miles de fieles del Señor de Qoyllur Riti

La peregrinación más grande del mundo fue masiva.
CUSCO
Miles de fieles católicos ascendieron a los casi 5 000 metros sobre el nivel del mar (m s.n.m.), para renovar su fe ante el Señor de Qoyllur Riti, cuya imagen piadosa se halla en el paraje del Sinak’ara, al pie del nevado Colkepunku, ubicado en el distrito de Ocongate, en la provincia de Quispicanchi.
“La peregrinación más grande del mundo”, que comienza desde la ciudad del Cusco, a la cual arriban desde el sur del Perú y otros países, fue masiva. Las comparsas, cuadrillas de danzantes, familias y turistas, participaron sin mayores incidentes.
Las coloridas danzas precedidas por mayordomos o carguyocs, se dirigieron fieles a sus estilos, en camiones y buses particulares hasta el centro poblado de Mahuayani Ocongate, de donde se desplazaron por un camino de herradura, cuesta arriba, por casi nueve kilómetros.
La caída de nieve acompañó este año a los peregrinos, fenómeno conocido por lugareños como “acarapi”, la precipitación sólida sorprendió a muchos que escalaron, le puso un matiz de bendición, que causó sensación y a la vez preocupación ante posibles afecciones a la salud.
El “acarapi” cayó desde Mahuayani hasta los 5 522 m s.n.m., donde está el Apu Colkepunku, a donde ascendieron por tradición ukumaris o pablitos, varones que personifican al oso de anteojos y son fieles guardianes del Señor de Qoyllur Riti y de lo poco que queda del nevado.
Se calcula que más de 140 mil fieles concurren al santuario, aunque esta cifra podría incrementarse por la atracción, la fe, devoción, milagros y castigos que esperan ser redimidos con la riesgosa caminata al “Cristo Campesino”, al Cristo de la nieve resplandeciente (Qoyllur Riti).
La peregrinación de las 24 horas se cumplió con el tradicional “Inti Alabado” adoración al sol, los fieles y visitantes caminaron durante la mañana, tarde y noche por parajes espectaculares, aunque cada vez con la presencia de la minería ilegal, excavaciones clandestinas y cercos con mallas metálicas.