Miles de fieles participaron en celebración de Corpus Christi

Miles se congregaron en la Plaza de Armas por festividad religiosa.
La Iglesia en Arequipa vivió con profunda devoción la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo el jueves 19 de junio, cuando miles de fieles se congregaron en el atrio de la Basílica Catedral para participar en la misa celebrada a las 6 p. m., que culminó con la tradicional procesión por el perímetro de la Plaza de Armas. La celebración contó con la participación de autoridades civiles, políticas y militares de la región, así como todo el clero de la Arquidiócesis, seminaristas y comunidades de vida consagrada.
La actividad religiosa se enriqueció con la participación especial de numerosos monaguillos, niños y jóvenes servidores del altar, quienes aprovecharon la ocasión para celebrar el jubileo de los monaguillos, fortaleciendo su servicio a la Iglesia y profundizando en su amor por Jesús.
Miles de fieles de parroquias, movimientos, comunidades, hermandades e instituciones educativas, se reunieron para manifestar públicamente su fe y amor por Jesús, presente en la hostia consagrada que fue llevada en procesión y expuesta en la custodia denominada La Moratilla, en medio de cantos y diversas formas de alabanza que brotaron del corazón agradecido de los participantes.
Durante la homilía, monseñor Raúl Chau Quispe, obispo auxiliar, en representación de monseñor Javier Del Río Alba, arzobispo de Arequipa, destacó el profundo significado del sacrificio de Cristo que se conmemora en esta celebración. «En cada Eucaristía, Cristo se entrega nuevamente por nosotros, renovando su sacrificio de amor en la cruz. Esta solemnidad del Corpus Christi nos invita a contemplar y adorar a Jesús, quien se hace presente bajo las especies del pan y del vino, ofreciéndose continuamente por la salvación del mundo», expresó.
«La procesión eucarística es una manifestación pública de nuestra fe en la presencia real de Cristo, quien camina con su pueblo y transforma nuestros corazones cuando lo recibimos con devoción y amor», añadió.
La tradicional alfombra floral que adornó el perímetro de la plaza mayor estuvo compuesta por 29 magníficas creaciones confeccionadas desde muy temprano por diversas comunidades e instituciones educativas.
Cada alfombra floral representó no solo una obra de arte efímero, sino también una oración hecha con pétalos y una manifestación tangible del amor y la creatividad que los fieles ofrecen a Jesús Eucarístico.