Por: Carlos Meneses

“La delincuencia en Arequipa está aumentando con la presencia de bandas organizadas que incluso roban armas a quienes las tienen legalmente y también asaltan locales gastronómicos a la hora del mediodía en los distritos inmediatos al Cercado”.

Sorprende que en Arequipa, y justamente en los días en que se declara en emergencia a la ciudad capital y a la provincia constitucional de Callao, se comiencen a producir por estos lares actividades propias de bandas organizadas que llegan al extremo de asaltar locales, viviendas y de requisar armas en sitios en los que permanecían algunas personas que tenían licencia para portarlas, pero que violaban normas de realizar reuniones nocturnas.

Simultáneamente, el general jefe de la Macro Región Sur, Víctor Zanabria ha aceptado como cierto que hay una ausencia de personal suficiente para patrullar las calles de noche y de tener vigilancia necesaria en sectores de alto tránsito de vehículos y de personas.

El jefe de seguridad de la Municipalidad Provincial de Arequipa también ha coincidido en que se requiere de una mejor acción de lucha contra la delincuencia y ha reconocido que deben producirse entendimientos indispensables con el Serenazgo, así como la necesaria colaboración ciudadana para advertir de hechos probablemente sospechosos.

Se ha insinuado que bandas, probablemente procedentes de Lima y conformadas por extranjeros están practicando el sicariato en Arequipa, atacando a ciudadanos extranjeros que incumplen con compromisos de pago que se conciertan con ellos y que tienen procedencia ilegal.

Lo cierto es que la ciudad está ahora más preocupada que antes con respecto a la delincuencia. Esto es importante detener a tiempo antes de que sea necesario declarar una emergencia que supere los limites de Lima y Callao, a otros puntos de la República como Trujillo y, evidentemente, ahora también Arequipa.