A más libertad de prensa, más democracia.
Por: Ricardo Montero
Cuando los medios y los periodistas actúan con responsabilidad, son el contrapeso para prevenir el abuso de poder y la corrupción.
En el 2022, la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) reportó 303 ataques contra periodistas y medios de comunicación, la mayor cifra registrada en el siglo. No obstante, el récord podría ser superado este 2023, pues solo en las protestas del primer trimestre del año, el gremio denunció 124 ataques.
Por lo general, los periodistas sufren violencia directa, como amenazas, hostigamientos, agresiones físicas y verbales; y también coacciones burocráticas, como intimidaciones judiciales, denuncias de autoridades y trabas para acceder a información.
Unos de estos casos es el del periodista Enrique Bayona, quien fue atacado a balazos en Piura luego de que sus investigaciones permitieran la detención de los integrantes de una organización, presuntamente integrada por autoridades y funcionarios, que negociaba obras para reconstruir infraestructuras destruidas por El Niño.
La prensa es atacada cuando necesitamos más de ella, pues su libre accionar ayuda a que los ciudadanos y las instituciones controlen con más eficacia el poder, y exigir absoluta transparencia a quienes manejan fondos públicos.
De ahí que la libertad de prensa y de expresión son indispensables en una sociedad democrática. Sin esos atributos no se podrían conocer las acciones de autoridades y de instituciones, públicas y privadas, e investigar y exponer lo incorrecto y lo ilegal. Promueve la rendición de cuentas, asegurándose que autoridades, funcionarios, empresarios, profesionales y las instituciones sean responsables de sus acciones.
En suma, cuando los medios y los periodistas actúan con responsabilidad, son el contrapeso para prevenir el abuso de poder y la corrupción. La libertad de prensa proporciona a los ciudadanos información vital para que puedan tomar decisiones informadas en asuntos públicos. Sin información precisa y diversa, la democracia no puede funcionar de manera efectiva.
La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2023 elaborada por Reporteros sin Fronteras (RSF, por sus siglas en inglés) coloca al Perú en el puesto 110 de 180 países evaluados. Solo supera a países donde existen múltiples problemas para ejercer el periodismo, entre ellos México y Colombia, donde el narcotráfico asesinó a 15 periodistas en el 2022, 11 en el primero, y cuatro en el segundo.
Debemos tener claro, como indica la RSF, que “la libertad de prensa es la posibilidad efectiva para los periodistas, como individuos y como colectivo, de seleccionar, producir y difundir informaciones, en aras del interés general, independientemente de las interferencias políticas, económicas, legales y sociales, y sin menoscabo para su seguridad física y mental.”
Por ello, preocupa los ataques a periodistas y medios de comunicación, y también las amenazas al libre ejercicio de la investigación y la difusión de contenidos periodísticos.