Mujeres y el cannabis en el Perú
Por: Alejandra Vargas

La legalización del uso medicinal y terapéutico del cannabis en el Perú es un hito que también se le atribuye a la lucha constante de mujeres, unidas por un propósito en común. Este propósito estuvo directamente vinculado a la salud de sus seres más queridos, desencadenando un movimiento con impacto social positivo, sin lugar a dudas.

“Nosotras fuimos impulsoras de esta ley, hemos hecho mucha incidencia política, social y legal (…)”, declara Ana Álvarez, madre de un paciente que sufre de esclerosis tuberosa y vocera de la asociación Buscando Esperanza, un colectivo de madres cultivadoras de cannabis para fines medicinales que requerían al Estado garantías constitucionales que les permitan seguir tratando a sus hijos con métodos que habían demostrado su eficacia en estudios clínicos refrendados.

Así, hacia finales del 2017, el Perú se convirtió en el vigésimo país en aprobar el acceso al cannabis para su uso medicinal y terapéutico. En esta instancia se vio involucrada la doctora Silvia Pessah Eljay, exministra de Salud que mantuvo su compromiso con la elaboración de un reglamento “humanizado” que, dentro del margen de la ley vigente, facilite el acceso de los pacientes a productos derivados del cannabis.

En paralelo, nacieron diversas asociaciones, clínicas y plataformas de telemedicina que se esfuerzan por alcanzar un acceso democrático al cannabis en el Perú. Entre ellas, la Asociación Peruana de Medicina Cannabinoide (Apemedcann), cofundada por la doctora Estefania Alfaro, la doctora Ana Lucía Preciado, la doctora Mariana Prialé, entre otras; esta busca generar espacios educativos de divulgación de la información e investigación científica sobre el cannabis en la medicina para facilitar la asistencia médica y el acceso al conocimiento.

El correspondiente trabajo educativo resulta prioritario en todos los niveles: ciudadano, profesional de la salud y autoridades, a fin de evitar sobre regular el sistema. Una activista que no deja de resaltar en toda esta historia es Francesca Brivio, paciente, madre y líder de más de un proyecto que busca sensibilizar a la población respecto a las propiedades medicinales y terapéuticas del cannabis velando por un acceso real del paciente a la variedad de beneficios que la planta otorga.

En estos seis años de adecuación legislativa a las necesidades y demandas sociales, el Perú ha logrado el reconocimiento del uso medicinal y terapéutico del cannabis y la legitimidad de las asociaciones de autocultivo. En este, como en todos los temas de diversas materias, existen muchas figuras femeninas involucradas, activistas, pacientes, madres y líderes, encabezando proyectos de mayor trascendencia… ¿y cómo podría ser distinto si representamos casi el 50.4% de la población a escala nacional? Hoy, ayer y siempre, las mujeres merecen el reconocimiento que su esfuerzo representa para la sociedad.

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