En Arequipa consumo de alcohol aumentó después de la pandemia

Por: Daniela Santander R.

El alcoholismo sigue siendo un problema álgido en Arequipa, con consecuencias que afectan tanto a quienes lo padecen como a la comunidad en general. En el distrito de Miraflores esta adicción se deja evidenciar notoriamente. Calles oscuras y esquinas de poco transito son ocupadas por bebedores, generando preocupación entre todos los vecinos.

ADICCIÓN SE EVIDENCIA EN MIRAFLORES

Los ciudadanos que viven en Miraflores muestran su preocupación por la constante presencia de bebedores en las calles, incluso en las mañanas de días laborales. Afirman que esto genera inquietud entre familias, dueños de pequeños comercios y adultos mayores. «Es incómodo y peligroso verlos en las esquinas bebiendo. No sabemos si pueden reaccionar agresivamente», comenta una vecina. A pesar de que la comunidad llama a serenazgo para que los retiren, nuevamente regresan y hacen de este, un problema de nunca acabar.

Edith Garifa Cano, gerente de Bienestar Social y Desarrollo Humano de la comuna miraflorina, confirma que es un problema delicado y que se agravó en los últimos años. Por ello, se creó el programa “Renaciendo Juntos”, única iniciativa en la ciudad dedicada a la rehabilitación y reinserción de bebedores crónicos. Creado en 2012, este programa busca congregar a personas con problemas de alcoholismo en un espacio seguro, donde reciben apoyo mediante actividades recreativas, alimentación y sesiones terapéuticas dos veces por semana.

Municipio ofrece un programa de rehabilitación.

Sin embargo, entre 2012 y 2018, el programa solo logró la rehabilitación de cinco personas, una de las cuales ahora trabaja como vigilante en la municipalidad. Más adelante, entre el 2019 y 2023, el programa careció de apoyo y dependió de voluntarios.

La actual gestión y la gerencia antes mencionada, han incorporado terapias profesionales y educación para los bebedores a través del CEBA Amauta, permitiéndoles culminar la primaria o secundaria. Actualmente, atiende a 25 personas los martes y jueves en el primer piso del local de Serenazgo de Miraflores, con la ayuda de voluntarios universitarios. De ellos, ocho han logrado la abstinencia.

Miraflores es el único distrito con un programa para tratar el alcoholismo, porque muestra una alta reincidencia en estos casos. Para llegar a ese punto de adicción, muchos han iniciado con un «voy a probar» sin medir las consecuencias que podrían traer más adelante.

Personas deben aprender a limitar el consumo del alcohol.

La psicóloga experta en adicciones Marilin Yuca Choque, explica que esta enfermedad tiene diversas manifestaciones, una de ellas es el alcoholismo social, donde las personas comienzan a beber en compromisos y fiestas, creyendo tener el control. Sin embargo, el consumo puede volverse perjudicial cuando la persona pierde el dominio, llega al punto de quedarse dormida o no mide las cantidades que ingiere. Con el tiempo, la tolerancia al alcohol aumenta y la cantidad de consumo se incrementa.

«El alcohol es una droga, aunque socialmente aceptada por su bajo costo y accesibilidad. Es importante comprender que el alcoholismo es una enfermedad que no tiene cura. Existen personas con ‘memoria adictiva’, donde simplemente sentir el olor del licor puede activar su cerebro adicto», menciona la especialista.

Vecinos llaman a los serenos para que retiren a los alcohólicos.

Además, conforme los años avanzan, genera afectaciones orgánicas y la pérdida de habilidades, lo que dificulta aún más la rehabilitación. Según la experiencia de Yuca Choque en adicciones en el centro Moisés Heresi y consultas privadas, el consumo de alcohol aumentó después de la pandemia, debido a la ansiedad, la pausa de la vida cotidiana y la necesidad de encontrar una vía de escape.

La especialista recomienda medidas de prevención claras: aplazar lo máximo posible el inicio del consumo de alcohol y tener una cultura etílica, es decir, conocer los propios límites con esta bebida.

El alcoholismo no tiene cura una vez que afecta todo el sistema y es por eso que hace la rehabilitación tan compleja. Aunque es complicado definir los motivos de la ingesta de alcohol entre todos los bebedores crónicos de las calles miraflorinas, lo que si se puede hacer es prevenir estos casos a futuro, además de un mayor apoyo de parte de las autoridades.

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