Arequipa puede volver a quedarse sin agua por huaicos en el río Chili

Por Jorge Turpo Rivas
Representantes de Sedapar, Sunass y Egasa realizaron ayer una inspección de emergencia. La solución definitiva es cambiar el punto de captación de agua para las plantas “Miguel de la Cuba” y “La Tomilla”.
ADVIERTE SUNASS TRAS INSPECCIÓN
Arequipa enfrenta nuevamente el riesgo de quedarse sin agua potable debido a los huaicos que afectan la cuenca del río Chili. Un monitoreo de urgencia realizado ayer reveló que los sedimentos arrastrados por los deslizamientos en las quebradas del sector Charcani amenazan la infraestructura hídrica de la región, poniendo en peligro el abastecimiento de agua potable para la ciudad.
Representantes de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), Sedapar y Egasa inspeccionaron las quebradas Teleférico, Recupero y Matagente, así como los puntos de captación de agua de Sedapar para las plantas de tratamiento “Miguel de la Cuba Ibarra” y “La Tomilla”.
Durante la inspección se confirmó la acumulación de grandes volúmenes de sedimentos, que podrían afectar de manera crítica las operaciones de la Planta de Tratamiento de Agua Potable (PTAP) La Tomilla.
Las intensas lluvias registradas desde el pasado viernes han provocado deslizamientos que podrían obstruir el cauce del río Chili.
Ante esta situación, las autoridades han solicitado al Consejo de Recursos Hídricos de la Cuenca Quilca Chili la implementación de medidas urgentes para mitigar el impacto de estos eventos naturales en el suministro de agua potable.
Entre las estrategias propuestas destaca la descarga controlada de mayores volúmenes de agua en la cuenca del río Chili para remover los sedimentos acumulados.
Sin embargo, esta acción podría requerir la suspensión temporal del tratamiento de agua potable en la PTAP La Tomilla, lo que generaría un impacto directo en la disponibilidad de agua para la población.
El jefe zonal de Sunass, Saúl Alire, ha instado a la ciudadanía a mantenerse informada a través de los canales oficiales y a seguir las recomendaciones de las autoridades.
“La situación es crítica y requiere acción inmediata para evitar un desabastecimiento prolongado de agua potable en la región”, advirtió Alire.
El último fin de semana ya hubo problemas con la caída de huaicos en la zona de Chilina. Sedapar tuvo que suspender por algunas horas la producción de agua potable. Algunas zonas de la ciudad se quedaron sin servicio durante dos días.

SOLUCIÓN
El problema de fondo radica en que Sedapar no ha ejecutado la obra necesaria para garantizar una solución definitiva. Desde hace varios años, se ha propuesto el cambio del punto de captación de agua para las plantas de tratamiento, lo que evitaría los problemas ocasionados por los huaicos en las quebradas activadas.
No obstante, a pesar de la emergencia ocurrida en 2024, la empresa no ha acelerado la ejecución del proyecto.
La gerenta de Sedapar, Yanet Montoya, reconoció que no se trata de una obra hídrica monumental, sino de la instalación de tres kilómetros de tuberías que permitan llevar el agua turbinada desde la Central Hidroeléctrica de “Charcani V” hasta las plantas de tratamiento.
Con esta medida, los huaicos dejarían de afectar los puntos de captación. Montoya señaló que en 2024 se logró la viabilidad del proyecto y que los primeros estudios están listos, pero evitó dar una fecha concreta de inicio de obra.
El proyecto requiere una inversión estimada de 33 millones de soles, los cuales se financiarían a través de un convenio de contraprestación con la empresa minera Cerro Verde.
La demora en su ejecución sigue poniendo en riesgo el abastecimiento de agua para Arequipa.
Ante la falta de soluciones estructurales, Sedapar ha presentado su plan de contingencia en caso de que los huaicos paralicen nuevamente las plantas de tratamiento.
La empresa dispone de 70 camiones cisterna (67 alquilados y 3 propios) para distribuir agua en caso de emergencia. El problema radica en la insuficiencia de puntos de captación para llenarlas.
En 2024, el tiempo de espera para llenar las cisternas fue un obstáculo crítico, ya que Sedapar sólo dispone de siete puntos de captación. Esta situación no ha cambiado para este año, por lo que, en caso de una nueva emergencia, el abastecimiento de agua a través de cisternas podría enfrentar retrasos significativos.
En conclusión, Arequipa está nuevamente en riesgo de enfrentar una crisis hídrica debido a la acumulación de sedimentos en la cuenca del río Chili. Aunque se han propuesto medidas de mitigación, la falta de soluciones estructurales y la demora en la ejecución del proyecto de cambio de punto de captación siguen poniendo en peligro el abastecimiento de agua para la región.
Las autoridades y la población deben estar preparadas para posibles cortes en el suministro y para un plan de distribución de emergencia mediante camiones cisterna. Mientras tanto, la ejecución del proyecto hídrico pendiente sigue siendo una tarea urgente que no puede seguir postergándose.