El tránsito en Arequipa

Por: Carlos Meneses
El problema del transporte obliga a buscar soluciones urgentes para que transportistas y peatones puedan seguir usando las calles que ahora tiene Arequipa.
La Policía de Tránsito en Arequipa tiene un número de efectivos que son liderados por una mujer. Ella y los agentes que la apoyan están para volverse locos por los problemas del transporte, de la desobediencia que hacen conductores, pasajeros y peatones para conducirse en el infierno en el que se ha convertido la movilidad en Arequipa.
Para liberar las calles que no son zonas azules -es decir estacionamientos permitidos en favor de la Sociedad de la Beneficencia Pública- de los carros accidentados o viejos estacionados cerca de las puertas de las comisarías se han intentado muchas soluciones como utilizar grúas que se los llevan por estar indebidamente estacionados, pero nada es suficiente para resolver el problema.
La escasez de lugares de estacionamiento o playas para el mismo fin tampoco son las que espera el usuario, falta sitio para dejar el carro que debe quedar guardado y más aún protegido del sol.
El tránsito en Arequipa necesita ser objeto de una reforma, en la que la Policía debe colaborar eficazmente y también dar facilidades para playas de estacionamiento y perseguir a los choferes infractores que dejan sus vehículos en la calle.
Algo que ayuda a agravar el problema es el número de carros que se han incorporado al servicio público y los autos privados en una ciudad que por su arquitectura y antigüedad no puede ensanchar las pistas sin perjudicar los monumentos de otros tiempos.