Geresa reporta estabilidad en casos de VIH, pero alerta sobre focos emergentes

Tamizajes no se realizaron en 2020 por la pandemia del COVID-19. A pesar de la alarma nacional por el presunto aumento de casos del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), desde la Gerencia Regional de Salud (Geresa) informaron que en Arequipa los contagios se mantienen dentro del promedio. Sin embargo, cada vez hay más casos positivos entre infantes y adolescentes. Además, el virus se propaga entre personas que no pertenecen a los grupos de riesgo tradicionales. Aunque no se ha declarado una endemia, el riesgo de contagio de VIH continúa latente.

DETECTAN CASOS EN MENORES DE EDAD

Durante el 2025, Perú registró 1 130 nuevos casos de VIH y 153 de sida. De ese total, 33 fueron notificados en Arequipa. Acorde al portal de Vigilancia Epidemiológica del VIH/Sida del Ministerio de Salud, 26 de esos casos corresponden a varones y solo 7 a mujeres. Esta proporción se mantiene constante año tras año, por lo que el número total de casos en Arequipa no ha variado significativamente durante el año en curso.

«A raíz del COVID-19, en 2020 no realizamos tamizajes y recién estamos recuperando la capacidad de intervención. Desde 2021 mantenemos una cantidad similar de casos. En promedio, Arequipa registra anualmente alrededor de 300 casos de VIH y sida. La variación también depende de cuánto intensificamos la labor de captación para la realización de tamizajes», explicó Ydelsa Delgado Luna, coordinadora regional de Prevención y Control de ITS, VIH y Hepatitis.

Durante el 2024, se realizaron 42 mil tamizajes en jóvenes y adultos, 4 000 en adolescentes y 5 200 en población de riesgo, como hombres que tienen sexo con hombres (HCH) y trabajadores sexuales. Las metas anuales establecidas por la Geresa buscan tamizar, orientar y brindar atención general a posibles portadores de VIH, hepatitis u otras ITS.

De acuerdo a la Sala VIH del Minsa, la incidencia del virus es mayor en varones. En 2024, por cada mujer diagnosticada con VIH, hubo cuatro varones. No obstante, en 2023 y 2022 la relación fue de una mujer VIH positivo por cada 10 varones. «El hecho de que exista una variación indica que también hay portadores del virus entre la población general, por lo que la positividad en mujeres incrementa», explicó la especialista de la Geresa.

En cuanto a trabajadores sexuales varones, 3 de cada 10 son portadores del VIH; en mujeres, la proporción es de 1 por cada 100. Delgado Luna advirtió que persiste la estigmatización de la población homosexual como única portadora del virus, cuando en realidad también hay un número creciente de personas heterosexuales infectadas. Más preocupante aún es el incremento de contagios en menores: en 2024 se detectaron cuatro casos en niños de 10 a 14 años y 91 casos en adolescentes de 15 a 19 años.

Las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes son aquellas que tienen cura, como el flujo vaginal en mujeres o la descarga uretral en varones. No obstante, muchos casos no llegan a los centros de salud y son tratados de manera informal con automedicación o en farmacias. Además, existen subregistros, ya que muchos pacientes se atienden en clínicas privadas y no se notifican los casos al sistema público, lo que genera vacíos hasta que los pacientes acuden a hospitales en busca de tratamiento.

«Las ITS aumentan cuando baja la percepción de riesgo y la gente deja de protegerse. Muchos creen que por no pertenecer a grupos de riesgo no necesitan cuidarse. Como resultado, muchas personas de la población general resultan contagiadas», concluyó Delgado Luna.

SÍFILIS EN AUMENTO

A diferencia del VIH, la Geresa reportó un incremento en los casos de sífilis, especialmente en gestantes. Mientras que en años anteriores se registraban entre 6 y 8 casos al año, en 2024 se detectaron 84. Mientras que en población de riesgo, como personas homosexuales y trabajadores sexuales, se registraron al menos 300 casos de sífilis en 2024.

Aunque esta enfermedad puede tratarse con penicilina, si no se identifica a tiempo puede transmitirse al bebé, generando complicaciones en órganos vitales, el cerebro o desarrollando sífilis secundaria de forma temprana. Mientras que las hepatitis B y C, enfermedades que pueden derivar en cáncer hepático, la Geresa advirtió que requieren tratamientos costosos y su detección oportuna sigue siendo una tarea pendiente.

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