El país espera que la FAP realice una investigación que determine quiénes son responsables de la dolorosa pérdida de Ashley Vargas Mendoza y creemos que los primeros en responder a ese reto es el comando institucional de la FAP.

Luego de 17 días de ocurrido, la Marina peruana logró rescatar el cadáver de la alférez Ashley Vargas, después de una búsqueda que derivó de un vuelo de práctica que partió de la Base Aérea N° 51 de Pisco y de la que hay que investigar las causas de por qué no se accionó, por ejemplo, el paracaídas de emergencia de que estaba dotado el aparato aéreo que pilotaba la ganadora de una Espada de Honor.

La investigación permitirá conocer las causas de esta trágica noticia a la que se sumó el Aero Club de Arequipa en un aviso de condolencia publicado ayer por El Pueblo. Esa indagatoria es necesaria y por de pronto la Fiscalía tiene abierto un proceso de determinación de responsabilidades que la Fuerza Aérea del Perú (FAP) deberá esclarecer plenamente.

La dama de 24 años ha sido encontrada muerta, sentada en el asiento de piloto y sin accionar el paracaídas que para emergencias tenía su aeronave, la hallaron no solo los esfuerzos de la FAP y de la Marina de Guerra sino también de particulares y buzos, así como robots.

El cuerpo estaba intacto y fue sacado del mar, mientras en todo el Perú se lamentaba el deceso. La Fuerza Armada le ha rendido los honores que corresponden a quien fue una estrella en sus estudios y en sus trabajos de capacitación técnica.

Todos los peruanos hemos lamentado el hecho y por eso nos sumamos a quienes no solamente se conduelen por lo ocurrido, sino que exigen una determinación de responsabilidades por tratarse de una dama joven y ganadora de una espada de honor.