Víctor Hugo Rivera: ¿Un alcalde más simpático o más empático?

La verdadera humanidad de Víctor Hugo Rivera.
Por: Danna Felipe B.
Víctor Hugo Rivera, con el distintivo saco plomo, muestra un comportamiento más apacible. Tras muchas batallas perdidas, por fin pudo ganar las elecciones y convertirse en alcalde de Arequipa. Ya en su nuevo puesto, el choque con el sector púbico le enseño más de la diplomacia. Con el tiempo se dio cuenta que escapar de las anécdotas es inútil. Hoy atesora las buenas y no le avergüenza admitir que aprendió de las malas. Se lo percibe más desenvuelto al alcalde, ingeniero, árbitro o cómo quiera llamarle la gente. Ya a él no le molesta.
-Se puede percibir un cambio de actitud en usted. Muchos recuerdan una escena mediática, que quizás le va a degustar, fue cuando un periodista le dijo al inicio de su gestión “señor Rivera” y usted le respondió “soy el alcalde, no el señor Rivera”. ¿Qué pasó en ese entonces?
Lo que pasa es que lo tomaron como que este señor es pedante. Yo lo tomé deportivamente, porque a muchos de ustedes los conozco por el tema deportivo y también por las campañas. Es como si a ti te cambiaran el nombre. Entonces, por ahí lo tergiversaron, pero es parte de la anécdota. Creo que, a lo largo de la gestión, uno recopila anécdotas que son inéditas. La considero así. Después, con este periodista nos hemos encontrado en infinidad de entrevistas. Y quedó ahí como una anécdota más. Al final de cuentas, soy ingeniero, soy árbitro, soy el profe, soy alcalde y, más que eso, soy una persona.
-¿La gestión pública es un mundo completamente diferente?
Si hablamos de gestión pública, muchos piensan que es fácil, pero en la práctica no, porque nos encontramos con una Ley de Contrataciones del Estado que cambia cada año. Y segundo, el presupuesto de la municipalidad no es tan inmenso como el de otros distritos. En canon minero, tenemos unos 6 millones, Yarabamba sobrepasa los 100. No obstante, tenemos que hacer gestión, tenemos que trabajar. Es ahí donde elementos como Caja Arequipa, que nos da utilidades para hacer inversiones, son importantes.
-¿Cómo ha sido su adaptabilidad a este nuevo ambiente?
Hay que considerar que cuando se armó el equipo técnico, me rodeé de personas que tenían y tienen un conocimiento mucho más amplio que el mío. Pero con el correr del tiempo, uno se tiene que ir capacitando. La ventaja es que yo soy docente universitario y siempre en mí hay ese espíritu de seguir aprendiendo. Me he capacitado en temas de gestión pública; tendré unos 15 cursos en estos prácticamente 2 años y medio. Y con el equipo que tenemos hemos consolidado la idea de dejar un legado para Arequipa.
-¿Cómo ha sido la relación con el equipo técnico que menciona? Llama la atención un cambio tras otro cambio en sus gerentes y subgerentes. Se puede decir que un cambio es positivo, ¿pero algo de malo siempre debe tener?
Nosotros tenemos bien en claro el plan de trabajo y a dónde tenemos que llegar. Entonces, de los más de 40 funcionarios que tenemos dentro de la municipalidad, habremos cambiado aproximadamente 18. La gestión pública dentro de la municipalidad es bien asfixiante.
-¿Asfixiante?
Sí. Yo conversaba con algunos gerentes que habían trabajado en otros municipios, no mencionó cuales, me decían: “Acá en la comuna todos los días hay una noticia: que el recojo de basura, que el serenazgo, que los ambulantes, que el transporte público”, y en los distritos no hay la noticia del día a día. Ahí es donde ellos sienten el tema asfixiante.
-¿Y cómo le va usted con los medios de comunicación?
Me levanto a las 5 a.m. y estoy con los medios radiales, digitales, porque es la única forma de poder escuchar críticas constructivas. Somos seres humanos, podemos equivocarnos, pero para eso está el enmendar esos errores y trabajar en conjunto. Yo los tengo bien presionados a mis gerentes. Cada cierto tiempo, un jalón de orejas, y hay casos en los cuales llegan a la expresión de asfixia, la presión.
-¿Hay mucha presión de la prensa sobre el municipio?
Hay que considerar que ambos cumplimos funciones: ustedes como periodistas y nosotros como autoridades. Mientras respetemos los parámetros, los espacios correspondientes, guardemos las formas, se puede llegar a un fin. ¿Cuál es? Comunicar a la población. Ustedes muchas veces me han cuestionado algunas situaciones, como cambios de gerentes, obras que no están concluidas. Pero eso lo llevo a mis gerentes. Recordarán que estuvimos aproximadamente un año culminando el Bicentenario. Una vez pasó, ya más no hubo noticia.
-¿Alguna vez ha sentido que le han dado más críticas destructivas que constructivas?
Hay que verlo deportivamente. Es diferente una crítica que ya puedo percibir como destructiva. Ustedes, de repente, la ven constructiva, y viceversa. Entonces, como autoridades, hay que ser pacientes en ese espacio y reflexionar, porque al final y al cabo mi equipo de prensa y mis asesores, tras mis entrevistas, me hacen llegar cosas. Y es la única forma de poder crecer. Recordemos que nadie es infalible. Somos seres humanos.
-Su gestión el eslogan que lleva es el de una Ciudad Segura, Ordenada y Limpia, ¿cómo se viene materializando?
Era un eslogan que trabajamos del acrónimo SOL; una Arequipa Segura, Ordenada y Limpia. En seguridad, encontramos un Serenazgo con vehículos obsoletos. Actualmente el parque automotor está totalmente renovado. Encontramos 100 cámaras, menos de la mitad funcionando. Hoy en día tenemos un centro de monitoreo con 100 cámaras al 100% operativas. Limpieza, encontramos un parque automotor obsoleto también. Pero firmamos un convenio con KfW y el MINAM, los cuales nos han ido entregando algunos nuevos camiones compactadores. Entonces son cositas que hemos ido trabajando y no es de la noche a la mañana. Hay que seguir adelante, escuchando la crítica. A veces nos dicen: ¿cómo es posible que a un costado del Monasterio huela mal porque ahí miccionan, etc.? Entonces, nos enfrentamos a la falta de educación.
FALTA DE EDUCACIÓN
-¿Es donde tenemos que trabajar más, en esa falta de educación?
Hay que trabajarlo. Hemos tenido conversaciones para poder hacer campañas de sensibilización, de educación. Si quieres una ciudad limpia, no ensucies.
-Sobre el orden, ¿cómo se trabaja con la informalidad en el transporte, los ambulantes? Porque controlar eso es vital en una ciudad con humanidad, pero un grupo parece que no está de acuerdo.
Uno: falta educación y respeto a las personas. Dos: los seres humanos vivimos de costumbres. Yo tengo mi dormitorio y hoy lo dejo desordenado, y mañana y pasado ya se hizo una costumbre. Es lo que ha ido pasando en Arequipa. Nosotros hemos hecho campañas para evitar el comercio ambulatorio. No estamos en contra del trabajo, y les decimos: “¿Por qué estás en la calle? Hay lugares dentro de los centros comerciales donde puedes vender”. Entonces, ahí es un trabajo articulado para recuperar los espacios de todos, y va también de la mano con la campaña “mi calle no es tu playa de estacionamiento”.
-En una ciudad se deben cumplir reglas para la sana convivencia. De lo contrario, ¿abunda el caos?
Nos dimos cuenta de que no había una reglamentación detallada. Ya se aprobó en sesión de Consejo una y es una herramienta para poder sancionar. A partir de ahí hemos ido trabajando, previa sensibilización. Recuerdo que hemos estado meses con el equipo de prensa, que salía a las vías con volantes indicando sobre el comercio ambulatorio, etc. Considero que no es un problema que vamos a solucionar de la noche a la mañana, pero con un conjunto de estrategias vamos a llegar al objetivo que nos hemos trazado.
-¿Cuál es ese objetivo ingeniero?
Recuperar el orden. Estamos luchando contra la informalidad a todos los niveles: en transporte, en comercio ambulatorio, en que algunos lugares piden permisos para vender sándwiches y gaseosas, y que en la noche vendan bebidas alcohólicas, sean discotecas, y todo lo que esté vinculado. Entonces, es un trabajo de fiscalización que estamos reforzando.
-Para ya ir cerrando, ¿cómo vamos respecto al PDM? Esta herramienta es extraordinariamente necesaria para que Arequipa deje de crecer de manera desordenada.
Es extremadamente necesario. Hoy en día cualquier ciudad crece exponencialmente, y si no tienes una visión de desarrollo, porque una cosa es crecer y otra es desarrollarse, estás siendo irresponsable. Actualmente, tenemos un equipo supervisado técnicamente por el Ministerio de Vivienda y se tiene un plan de trabajo que, para el mes de octubre o noviembre, debe estar el PDM en sesión de Consejo.
-¿Usted se compromete a dejar a Arequipa el PDM en su gestión?
Sí, porque según el contrato del convenio, este año debemos tener los documentos del PDM y del PAT.
-Finalmente, ¿cómo espera usted que recuerden su gestión?
Primero, dejar obras de envergadura. Ya tenemos planificados tres intercambios viales. Y segundo, dejar legado al mismo municipio. Porque hoy en día adolece de un centro de seguridad ciudadana, de almacenes. Si vamos, encuentras a los trabajadores en oficinas totalmente aglomeradas, donde deben estar 4, hay 7 u 8. Entonces no es correcto. Y toda la gente obrera debe tener su propio espacio. Hoy tienen la ex cárcel de Siglo XX, la cual no es adecuada y estamos en busca de darles mejores condiciones. Son esos dos puntos en los cuales quiero que la gente diga qué hicimos en mi gestión.