Nuñoa: 200 años de historia, cultura y orgullo andino

Nuñoa, tierra ancestral enclavada en la meseta del Collao, celebró el 21 de junio su bicentenario de creación política. Pero más allá de las fechas oficiales, este distrito puneño guarda en sus entrañas milenios de historia y cultura. Desde los primeros habitantes pre-cerámicos hasta convertirse en la “Capital Mundial de la Alpaca Suri”, el recorrido de Nuñoa es también el de la resistencia, la sabiduría y el amor a la tierra.
CELEBRA SU BICENTENARIO
Esta nota busca reconstruir ese camino, desde los albores de la civilización en el altiplano hasta los desafíos contemporáneos que enfrenta esta comunidad. Nuñoa no solo conmemora 200 años como distrito, sino también 10 mil años de ocupación humana que lo convierten en un símbolo de identidad y fortaleza andina.
La historia preincaica de Nuñoa está marcada por la presencia de culturas altiplánicas que dejaron huella en la cerámica, los sistemas agrícolas y la organización política. La cultura Qaluyo (1400 a. C.) fue una de las primeras en establecerse en la zona, formando ayllus que más tarde darían forma al territorio nuñoeño. Sus vestigios han sido hallados en Uray Ayllu y Panticancha.
Luego vino la cultura Pukara (400 a. C. – 400 d. C.), que extendió su influencia por el sur del Perú, Bolivia y el norte de Chile. Nuñoa no fue la excepción. Esta cultura perfeccionó los waruwarus para la agricultura, construyó andenes y desarrolló técnicas de deshidratación de la papa, anticipando prácticas que hoy siguen vigentes. Santa Bárbara (Santa Rosa), Choquechampi (Orurillo) y Aguas Calientes (Nuñoa) fueron centros claves de su actividad.
Más adelante, en los siglos XI y XII, surgieron los señoríos aymaras como los Qolla, Lupaca y Pakaje. En el área de Vilcanota dominaban los Qanas y Qanchis, pueblos aymaras a los que Nuñoa perteneció, junto con Asillo, Azángaro y Melgar. Las danzas como la Qajcha, de similar tonalidad y coreografía en estos pueblos, así como la toponimia, son pruebas vivas de este pasado común.
El dominio Qolla (1100 – 1450 d. C.) se consolidó en Melgar tras derrotar a un ejército femenino Qana en Chungara. Aunque Nuñoa resistió inicialmente, terminó bajo el control Qolla, en parte como oposición a la inminente invasión inca. Las pukaras en lo alto de los cerros y los fragmentos cerámicos hallados son testimonio de aquel periodo.
IMPERIO INCAICO Y LA LLEGADA DE LOS MITIMAS
Con la expansión del Tahuantinsuyo, Nuñoa fue anexado por el inca Pachacútec. Luego de arrasar Ayaviri, el gobernante reconstruyó el territorio y lo pobló con mitimaes, desplazando así el orden político anterior. Asillo, Azángaro y Nuñoa quedaron bajo administración inca. Sucesores como Túpac Yupanqui y Huayna Cápac reforzaron el control del imperio sobre estos pueblos, incluso frecuentando la laguna de Orurillo como lugar de recreo.
La transición fue dura. Para muchos pueblos altiplánicos, como los Qollas, la dominación inca fue una imposición más que una integración, y los rastros de resistencia todavía son visibles en la memoria oral y arqueológica.

COLONIALISMO Y REBELDÍA
El proceso de conquista española llegó formalmente a Nuñoa el 29 de junio de 1572, cuando el clérigo dominico Iván de Arce, junto con el nativo Diego Tapara, instauraron el nuevo orden. El proceso de cristianización se evidencia en la antigua campana del templo San Pedro, que data de 1573. Más que una fundación, fue una refundación indo-hispana, donde la cultura andina se adaptó forzosamente a los nuevos tiempos.
Pero Nuñoa también fue cuna de rebeldía. En 1781, Guamán Tapara, cacique de Nuñoa, se unió a Túpac Amaru II en su lucha contra el yugo español. Formó una caballería conocida como los “Lanceros de Nuñoa”, enfrentando a las tropas realistas en Orqhorara y Qaqsile. Esa herencia de lucha sigue siendo fuente de orgullo para los nuñoeños.
LA VERDADERA FECHA DE CREACIÓN POLÍTICA
Aunque muchas fuentes indican que Nuñoa fue creado como distrito el 12 de octubre de 1858, una rigurosa investigación encabezada por Amílcar Calderón Sánchez en 2012 corrigió esa versión. Según el historiador, el 21 de junio de 1825, Simón Bolívar firmó el decreto que formalizó la organización política del nuevo Perú republicano, convirtiendo pueblos como Nuñoa en distritos. Esa fecha es, por tanto, la verdadera creación política del distrito.
Ese día, Lampa fue elevada a provincia y Nuñoa fue reconocido como uno de sus 14 distritos originales. A lo largo de los siglos XIX y XX, pese a diversas reformas territoriales, Nuñoa mantuvo intacta su jurisdicción política, lo que refuerza la vigencia del decreto bolivariano.
BICENTENARIO: FIESTA, IDENTIDAD Y COMPROMISO
El 21 de junio de 2025, Nuñoa celebró por todo lo alto su bicentenario. Una comisión especial organizó actos cívicos, culturales y religiosos para conmemorar los 200 años de vida republicana. Participaron autoridades locales, presidentes barriales, clubes de madres, docentes y estudiantes.
En las escuelas se realizaron actividades artísticas y homenajes. Destacó la participación de la Banda de Guerra del Glorioso “Túpac Amaru” y el colegio Técnico Industrial, dirigidos por los profesores Percy Flores y Joham Cornejo. Por la noche, la Plaza de Armas se llenó de música con la presentación de los “Tunantes de Nuñoa” y otras agrupaciones locales.
El día central inició con una misa solemne y culminó con la proclamación del bicentenario a cargo de Amílcar Calderón Sánchez en el salón consistorial. Luego, en un gesto de comunidad, los asistentes compartieron un almuerzo en la casa del ciudadano Casiano Coyto Apaza. El evento contó con la colaboración de vecinos como Gerardo Apana, Estefa Guzmán, Sabino Machaca y muchas mujeres integrantes del Comité de Damas, todas comprometidas con preservar la memoria y la identidad del distrito.

CAPITAL MUNDIAL DE LA ALPACA SURI: POTENCIAL Y AMENAZAS
Nuñoa es también reconocido como el primer productor mundial de alpacas, especialmente de la variedad Suri. Su territorio de más de 2 200 km² está cubierto en un 81 % por pastos naturales, idóneos para la crianza de camélidos andinos, vacunos y ovinos. La biodiversidad del lugar, situada entre los nudos cordilleranos de la Vilcanota, ha sido clave para el desarrollo de una ganadería extensiva.
En 1994, el CENAGRO reportó más de 115 mil alpacas en Nuñoa. En 1996, la provincia de Melgar albergaba casi 200 mil camélidos, con Nuñoa a la cabeza. Sin embargo, en el IV CENAGRO de 2012, la cifra cayó a apenas 85 mil. ¿Qué ocurrió?
Según especialistas, la venta indiscriminada, sin regulación ni criterios técnicos, ha diezmado la población de alpacas. Cada comunidad campesina organiza hasta cuatro remates al año, sin saber realmente a dónde van los animales ni quiénes se benefician. La falta de acción de autoridades como la Agencia Agraria de Melgar agrava el problema.
A ello se suma una amenaza más grave: la concesión de tierras a empresas mineras y petroleras. Estas actividades podrían romper el equilibrio ecológico que ha permitido a Nuñoa ser un referente mundial en producción alpaquera. Hoy, el desafío es preservar este ecosistema único sin sacrificar el progreso ni la identidad ancestral.
El Bicentenario de Nuñoa no es solo un aniversario simbólico. Es una oportunidad para reflexionar sobre el pasado y construir un futuro sostenible. Los hijos de Nuñoa —dentro y fuera del distrito— están llamados a preservar su legado, proteger su riqueza natural y fortalecer el sentido de comunidad.

“No hay nadie más ni nadie menos”, reza uno de los mensajes centrales de las celebraciones. En una tierra que resistió incas, conquistadores y olvido, la unidad es hoy más necesaria que nunca.