Nuevo ministro, mismos retos

Por: David Tuesta, presidente del Consejo Privado de Competitividad
PERÚ COMPETITIVIDAD
La presidenta Boluarte decidió cambios en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Tenemos nuevo ministro, pero los retos siguen ahí, esperando que se enfrenten. Es cierto que la economía se recuperó el 2024, con un crecimiento económico que superó el 3,0%. Es cierto también que el 2025 arranca con un buen dinamismo con probabilidades de crecer por encima del 2,5%. Sabemos sin embargo que estos niveles son mediocres de cara a mejorar los problemas que enfrenta el ciudadano de a pie.
Basta subrayar que con el crecimiento experimentado el año pasado recién se habría recuperado el nivel de PBI per cápita pre-pandemia. Nos ha tomado cinco años ponernos al día. Y en ese contexto, la tasa de pobreza continuará rezagada pues con la dinámica reciente está apenas se moverá del 29% registrada el 2023 quedándonos todavía muy por encima del 20% del 2019. Así, si el crecimiento sigue así de lento, la pobreza continuará siendo el “compañero de viaje” para la mayoría de peruanos, y con ellos las complicaciones sociales y políticas seguirán agudizándose.
Crecer requiere reformas; y claro, realizarlas requiere generar consensos cada vez más difíciles de conseguir, Sin embargo, el gobierno de la mano del MEF tiene una gran oportunidad de lograrlo si abordara los problemas de alta ineficiencia del Estado que enturbia el ambiente de negocios que golpea la inversión privada e impide la generación de empleo de calidad. Según el informe B-Ready 2024 del Banco Mundial, que evalúa el marco regulatorio y los servicios públicos dirigidos a las empresas, el Perú presenta graves deficiencias en la implementación de normativas y en la provisión de servicios clave. Mientras el marco regulatorio peruano tiene una calificación promedio de 65.5 sobre 100, la efectividad en la prestación de servicios públicos cae a 49.7. Registrar una empresa en el país puede tomar hasta 80 días, mientras que el trámite para una empresa extranjera se extiende hasta 106 días. Además, las empresas sufren en promedio cuatro cortes de electricidad al mes, lo que incrementa los costos operativos y afecta su competitividad. Asimismo, la resolución judicial de disputas comerciales puede tardar hasta cinco años, generando incertidumbre y desincentivando la inversión privada.
Otro gran reto es la creciente inseguridad ciudadana, que se ha convertido en una de las principales amenazas para la estabilidad económica y social del país. De acuerdo con el Consejo Privado de Competitividad (CPC), los delitos violentos han aumentado un 225% en los últimos dos años, mientras que las extorsiones han crecido en un 50%, afectando tanto a empresarios como a ciudadanos comunes. Se estima que las pérdidas económicas derivadas de la criminalidad ascienden a S/30,000 millones anuales, lo que impacta directamente en la confianza de los inversionistas y en la actividad comercial.
Este 2025 se requiere un MEF concientizado en fortalecer la inversión privada; la única fuerza capaz de asegurar mejoras en nuestro alicaído PBI potencial, que se traduzca en un mayor bienestar ciudadano. Enfocarse en la mejora del funcionamiento del Estado, de la mano de un manejo fiscal prudente es la prioridad ahora que ha llegado un nuevo capitán a este ministerio.