Arequipa aún no se reencuentra con medio millón de turistas perdidos

Visitantes se concentran en un reducido número de lugares turísticos de la región.

Por Jorge Turpo R.

El sector turismo genera un importante movimiento en la economía arequipeña, pero todavía no se recupera las cifras de la prepandemia. Falta de promoción en las ferias internacionales de turismo es uno de los factores.

REVELA INFORME DEL INSTITUTO PERUANO DE ECONOMÍA

En Arequipa falta alguien. Mejor dicho, faltan muchos: medio millón de visitantes que aún no regresan desde que la pandemia cerró fronteras, plazas y hoteles.

Aunque en 2024 la región superó los 1.6 millones de turistas, sigue lejos de los niveles que alguna vez convirtió a la Ciudad Blanca en uno de los destinos más atractivos del Perú. A pesar de los avances, la herida en el turismo aún no cicatriza.

La cifra es clara: faltan 500 mil turistas para alcanzar el flujo previo al 2020, según un reciente informe del Instituto Peruano de Economía (IPE).

Y aunque el turismo extranjero ha regresado con fuerza —incluso superando niveles prepandemia con más de 400 mil visitantes internacionales— el gran ausente sigue siendo el turista nacional.

Ese que llegaba en familia, por carretera, desde el sur, desde Lima, desde cualquier parte del país, para caminar por Yanahuara, mirar el Misti y almorzar un rocoto relleno con sol.

El turismo en Arequipa no es un accesorio: es uno de los motores más potentes de su economía. Representa el 16.9 % del Producto Bruto Interno (PBI) regional y generó cerca de 95 mil empleos en 2024.

Es la segunda región del país con mayor generación de empleo turístico, solo superada por Lima. Pero la recuperación es desigual: mientras algunos destinos brillan, otros aún permanecen en penumbra.

Uno de los ejemplos más sólidos es el Valle del Colca. En 2024 recibió más de 298 mil visitantes, un crecimiento del 45.5 % respecto al año anterior y del 8.4 % en comparación con 2019.

El Monasterio de Santa Catalina, otra joya arequipeña, también resucitó: 284 mil turistas lo visitaron el año pasado, lo que representa un incremento del 53.7 %.

Son señales de vitalidad. Pero también de contraste. Porque no todos los destinos corren con la misma suerte. La Reserva Paisajística de Cotahuasi permanece cerrada desde marzo de 2020. Y la Reserva Nacional de Salinas y Aguada Blanca cerró 2024 con una caída del 78.4 % en visitas respecto a su nivel anterior a la pandemia.

EVENTOS Y CIELOS ABIERTOS

En medio de esta recuperación parcial, hay eventos que prometen oxígeno. Este 2025, Arequipa será sede de la Convención Minera – Perumin en septiembre, con más de mil asistentes proyectados.

Un mes después, el Congreso Internacional de la Lengua Española traerá a la ciudad a más de 200 intelectuales de todo el mundo hispanohablante. No son solo encuentros académicos: son oportunidades para atraer nuevas miradas hacia Arequipa.

También lo es el crecimiento del flujo aéreo. El aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón cerró 2024 con un récord histórico de más de 2.3 millones de pasajeros. Un incremento de 17.2 % respecto a 2023 y de 16.7 % en relación con 2019.

La respuesta ante esta demanda ya está en marcha: Aeropuertos Andinos del Perú anunció una inversión de 23 millones de dólares para ampliar el terminal y duplicar su capacidad, con obras previstas para el tercer trimestre de 2025.

EL TURISTA CHILENO QUE YA NO LLEGA

Uno de los mayores vacíos, sin embargo, tiene acento extranjero y frontera compartida.

Antes de la pandemia, alrededor de 300 mil turistas chilenos cruzaban a Perú con rumbo fijo: Arequipa.

Venían a comer, a pasear y a operarse. Muchos de ellos encontraban aquí servicios médicos y estéticos más económicos que en su país. Pero hoy, ese flujo está roto.

“El turismo chileno ahora solo impacta en Tacna. Arequipa lo ha perdido”, advierte Jorge Valderrama, expresidente de la Asociación de Agencias de Viaje y Turismo (AVIT).

Para él, la culpa no es de la distancia, sino de la falta de promoción. “Necesitamos presencia en las ferias internacionales. No podemos depender únicamente de PromPerú”, sostiene.

El cierre de la única ruta directa Arequipa–Santiago también fue un golpe. La aerolínea que la operaba volaba dos veces por semana, con 189 pasajeros por vuelo. Ahora, Arequipa depende de una sola línea aérea que concentra más del 70 % del mercado. Si esa compañía tiene problemas, la región se queda sin servicio.

EL DESAFÍO

La región ejecutó el 82 % del presupuesto de S/ 19 millones asignado en 2024 para mejorar la competitividad turística. Sin embargo, la eficiencia de esa inversión aún tiene margen de mejora, especialmente en las zonas menos visitadas y con menor conectividad.

Arequipa no ha dejado de atraer. Pero aún no ha logrado convencer a todos los que alguna vez la eligieron. Mientras los viajeros extranjeros vuelven a llenar sus plazas, los nacionales, alguna vez mayoría, siguen ausentes. El reto ya no es solo promocionar lo que Arequipa tiene. Es recuperar lo que Arequipa fue.

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