Relaciones económico-comerciales entre Perú y Rusia

Por: Igor Romanchenko
APROXIMACIONES
En la geopolítica internacional soplan nuevos vientos. Durante una conversación telefónica celebrada el 12 de febrero el presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, y el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, discutieron, entre otros temas, las relaciones bilaterales en el ámbito económico.
Las partes coincidieron en que ha llegado el momento de que ambos países trabajen juntos. Estamos convencidos de que este enfoque es plenamente aplicable a la cooperación económico-comercial entre Rusia y Perú.
Este año celebramos el 162° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre el Perú y Rusia y el 56° aniversario de la apertura de embajadas, lo que marcó el inicio de una etapa activa de desarrollo de la cooperación en todas las áreas, caracterizada tradicionalmente por la consideración de intereses mutuos, amistad y apoyo recíproco.
Gracias al interés mutuo en diversificar la geografía del comercio bilateral se firmaron acuerdos intergubernamentales entre la URSS y el Perú que definieron la nomenclatura de productos comerciales y condiciones preferenciales de financiamiento. Inicialmente, el Perú exportaba a la URSS pescado, minerales como cobre y zinc, y más tarde comenzó a predominar la producción de exportación no tradicional (por ejemplo, lana, algodón, productos textiles, baterías), cuya proporción aumentó del 26% en 1984 al 80% en 1985.
La URSS exportaba al Perú productos de la industria química, incluidos fertilizantes, así como maquinaria y equipos.
Durante dos décadas, el saldo de la balanza comercial se mantuvo predominantemente positivo para el Perú: según estadísticas peruanas, entre 1969 y 1989, el volumen total de exportaciones peruanas a la URSS fue de 707.5 millones de dólares estadounidenses, mientras que las importaciones desde la URSS alcanzaron 291.4 millones de dólares, lo que resultaba en un saldo positivo para el Perú de 416.1 millones de dólares.
En 1975 se alcanzó el pico del volumen del comercio bilateral de bienes, con 176.5 millones de dólares.
En el marco de los planes para modernizar el equipamiento técnico de las Fuerzas Armadas, las autoridades del Perú se dirigieron a la URSS con la iniciativa de adquirir equipos militares.
Las condiciones propuestas por la parte soviética resultaron ser mucho más atractivas que las occidentales. Como consecuencia, durante el periodo considerado, el Perú recibió desde la URSS más de 400 tanques T-55, más de 50 aviones Su-22, alrededor de 30 aviones An y cerca de 50 helicópteros Mi, así como misiles, sistemas portátiles de defensa antiaérea, unidades autopropulsadas antiaéreas y sistemas de defensa aérea.
Los proyectos de inversión jugaron un papel significativo en la cooperación práctica bilateral, sobre todo en la pesca.
En 1971 se firmó un acuerdo para la construcción de un complejo pesquero en Paita a cambio de permisos para la pesca por barcos soviéticos, cuyo puerto base fue Callao. Su mantenimiento por sí solo aportaba a la economía peruana alrededor de 30 millones de dólares estadounidenses al año.
Para 1990, el Perú acumuló ante la URSS una deuda por transacciones comerciales de aproximadamente 1,000 millones de dólares estadounidenses, el 90% de la cual fue reestructurada y el resto se pagó mediante el comercio recíproco.
Posteriormente, debido a reformas en el sistema financiero soviético, la deuda del Perú fue prácticamente cancelada.
Creemos que ahora existen condiciones para reactivar nuestra interacción en todas las esferas.
Un papel importante en este proceso podría desempeñar la reanudación del trabajo de la Comisión Mixta Intergubernamental Ruso-Peruana sobre cooperación económico-comercial, científico-técnica y en materia de pesca, así como la discusión en su marco de proyectos conjuntos prospectivos, incluidos los ámbitos de energía, infraestructura e industria.